Un problema habitual en la personas.
Dr. Royg Jara Diego (Medico Gastroenterólogo MN: 116.006 M.P: 6432).
Jefe de Servicio de Gastroenterología y Endoscopia Digestiva Sanatorio Camino
Ex Fellow en Endoscopia Digestiva de Avanzada. Hospital Clinic de Barcelona.
Master en endoscopia digestiva diagnóstica y terapéutica de avanzada- endocapsulas. Universidad Barcelona. España.
Miembro de la Sociedad Argentina de Gastroenterología y Endoscopia (SAGE).
Si un paciente le refiere a su médico acidez puede estar hablando de dos situaciones distintas. Una es el ardor en la boca del estómago y la otra un ardor que sube desde la boca del estómago hacia la garganta, por detrás del esternón. Este último es lo que llamamos pirosis, uno de los síntomas principales de la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Es por ello que el primer paso de la consulta médica por acidez debe ser dilucidar cuál de los dos síntomas tiene el paciente.
¿Qué es el reflujo gastroesofágico?
El reflujo gastroesofágico es el pasaje de material del estómago al esófago. Todos tenemos episodios de reflujo luego de comer, pero generalmente son pocos, limitados en el tiempo y asintomáticos. Esto es lo que se denomina reflujo fisiológico. Cuando el reflujo es más intenso, ocasiona síntomas y/o a lastima el esófago del paciente, se establece el diagnóstico de enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Esta es una de las patologías más frecuentes de la gastroenterología y en nuestro país afecta al 12% de la población adulta. El reflujo gastroesofágico tiene dos síntomas principales que son la pirosis, y la regurgitación, que es el ascenso de líquido o incluso comida hasta la boca.
¿Quiénes deberían consultar?
Las personas con síntomas molestos o aquellos que los perciben con una frecuencia de dos o más veces por semana o con síntomas nocturnos o con dificultad para tragar ya que una de las causas es la enfermedad por reflujo.
¿Puedo tener reflujo por nervios?
Si bien el stress puede aumentar la secreción ácida, es más probable que esta situación sólo cambie la percepción de los síntomas. Es decir, ante el mismo estímulo el paciente experimenta síntomas más molestos.
Tipos de enfermedad
Los pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico se dividen en dos grandes grupos: los que presentan daño esofágico (esofagitis por reflujo) y los que no.
El 70% de los pacientes tienen una forma no erosiva de reflujo, es decir, tienen síntomas pero su esófago está sano. En estos casos el médico actúa recomendando los cuidados necesarios y recetando la medicación adecuada. El objetivo es que el paciente no tenga síntomas y pueda sentirse mejor.
El otro 30% lo conforman aquellas personas que además de los síntomas tienen el esófago lastimado, lo que se denomina esofagitis por reflujo. Estos pacientes requieren mayores cuidados, porque aparte de eliminar los síntomas hay que curar el esófago. El tratamiento en estos casos probablemente requiera medicación a largo plazo y, en algunas ocasiones, se llega a una solución quirúrgica.
Este grupo de pacientes requiere un cuidado especial, ya que la esofagitis puede generar las siguientes complicaciones:
- Estenosis: luego de lastimarse y curarse reiteradamente, el esófago se estrecha y genera dificultades para tragar.
- Hemorragias: el esófago sangra.
- Esófago de Barrett: en estos pacientes el epitelio normal del esófago es reemplazado por epitelio de tipo intestinal como consecuencia de la irritación crónica producida por el ácido. Si bien esta patología es asintomática, dichos pacientes tienen riesgo mayor de desarrollar cáncer de esófago.